Conocemos las glorietas o rotondas desde hace décadas –la primera en España se construyó avanzada la década de los 70–, pero muchos conductores aún no saben utilizarlas correctamente y hoy vamos a corregir eso.
Entre el 2015 y 2019 se registraron 45.000 siniestros con víctimas en algún tipo de rotonda, con 317 muertos y más de 58.000 heridos de diversa consideración. Según reciente informe de Automovilistas Europeos Asociados, que pone de manifiesta también que prácticamente el 10% de los accidentes con víctimas ocurren en rotondas.
Se pone de manifiesto de esta forma que hay que explicar, de nuevo, cómo circular en una rotonda de forma segura. Las rotondas son un tipo intersección distinta al resto, donde no rige la regla general de prioridad de paso a la derecha, pues la prioridad es de los que ya están dentro de ella (siempre que una señal –un semáforo, por ejemplo– no diga lo contrario).
¿Y que es una rotonda?
Las glorietas, también conocida como rotondas, son un tipo de nudo constituido por una calzada anular (generalmente circular) con sentido de circulación único, a la cual conectan unas vías de acceso cuyos diseños son interdependientes. El funcionamiento del tráfico en una glorieta está basado en el establecimiento de la prioridad de paso para los vehículos que circulan por la calzada exterior. Así se genera un mecanismo de autorregulación que exige ciertas condiciones que vamos a ver en este artículo.
Hay tres momentos clave cuando abordamos una glorieta: la entrada, la circulación interior y la salida. Y en todos esos momentos es necesario tener claro cómo actuar:
Entrada, momento crítico en la glorieta
La aproximación y el acceso a la rotonda son momentos definitorios, en los que se observan más de la mitad de los accidentes.
Cuando nos acercamos a la rotonda, debemos observar hacia la izquierda, ser pacientes y no precipitarnos. Iremos reduciendo la velocidad y adecuándola a la señalización y al tráfico presente en la vía por la que circulamos. Y nunca tomaremos la glorieta sin estar seguros de que podemos hacerlo sin peligro.
Y, en todo momento, tendremos en cuenta la principal norma en las rotondas: la prioridad es de los vehículos que circulan por la vía interior. Por tanto, en el acceso cede siempre el paso, incluso deteniendo el vehículo si se considera necesario.
“En el acceso a una glorieta hay que anticiparse, observar y respetar la señalización. Y sobre todo, entrar a una velocidad adecuada”, explican desde el Área de Formación de Conductores de la DGT.
Área de Formación de Conductores de la DGT
El tomar la glorieta puede ponerse difícil cuando hay obstáculos a la visibilidad, como otros vehículos voluminosos o accesos en cuesta. Reduciremos entonces la velocidad tanto como sea necesario, incluso detendremos el vehículo si la visión no es completa antes de entrar.
Para entrar también es fundamental situarse correctamente: en una glorieta, es obligatorio acceder desde el carril derecho siempre que esté libre y sea posible.
Dentro de la rotonda, mejor por el carril exterior
Una vez dentro de la rotonda, deberemos circular por el carril exterior siempre que esté libre, utilizando los demás carriles para adelantar a otros vehiculos.
En las rotondas situadas dentro de núcleos urbanos, está permitido circular usando el carril que más nos convenga según destino aunque, si vamos a abandonar la glorieta por las primeras salidas, la opción más recomendada será utilizar el carril exterior.
Pero atención: si vamos a tomar las últimas salidas o a hacer un cambio de sentido, el carril exterior puede que no sea lo recomendable en glorietas muy transitadas. En estas ocasiones, lo mejor es usar los carriles interiores, buscar el exterior poco a poco antes de llegar a la salida, señalizando cada cambio de carril y respetando la prioridad de otros vehículos.
Salir, desde la derecha
En caso de que el tráfico haga imposible cambiar a tiempo al carril exterior, lo recomendado es dar otra vuelta hasta encontrar la colocación adecuada. Por tanto, al acercarnos a nuestra salida, deberemos estar situados en el carril de fuera y señalizar la salida para que los demás vehículos estén avisados de que abandonas la rotonda.
Terminamos con una pregunta recurrente: ¿está permitido salir de la glorieta desde los carriles interiores? Como norma general diremos que no. La normativa obliga a salir por el carril exterior derecho para evitar una de las infracciones clásicas en las glorietas: la llamada ‘cruzada’ desde el carril interior, una maniobra que puede provocar choques contra otros vehículos que circulen según el reglamento.
Y hasta aquí llega el artículo que hoy hemos dedicado a clarificar como circular en una rotonda, esperamos que te haya resultado sobre todo útil. Nos seguimos leyendo en este blog de seguridad vial y conducción de autoescuela Aranvial.